Por Silvia Ribeiro
El 16 de febrero de 2006, culmina otra farsa de enorme impacto para los derechos y las culturas indígenas de México: ese día se cierra lo que el gobierno, a través de la Secretaría de Agricultura (Sagarpa) llama una "consulta pública" sobre la liberación de maíz transgénico en México, centro de origen del cultivo. Esta vez la traición va mucho más allá de los pueblos indios: además es una traición a todos los campesinos y todos los que trabajan, consumen, y viven con el maíz.
El 16 de febrero de 1996 el gobierno mexicano firmó con el EZLN los Acuerdos de San Andrés, donde se comprometía a reconocer los derechos y la cultura indígenas. Nunca los cumplió, y peor aún, varios años después aprobó una ley contraria a éstos. El expediente sigue abierto.
Como festejo de conmemoración del décimo aniversario de esa farsa del gobierno, exactamente el 16 de febrero de 2006, culmina otra farsa de enorme impacto para los derechos y las culturas indígenas de México: ese día se cierra lo que el gobierno, a través de la Secretaría de Agricultura (Sagarpa) llama una "consulta pública" sobre la liberación de maíz transgénico en México, centro de origen del cultivo. Esta vez la traición va mucho más allá de los pueblos indios: además es una traición a todos los campesinos y todos los que trabajan, consumen, y viven con el maíz.
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fevereiro 16, 2006
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